Introducción

  • Los trabajadores desean que la IA sea su mano de obra, mientras que los jefes quieren que la IA elimine a los trabajadores: tú buscas eficiencia, ellos buscan despidos.
  • Lo más triste no es ser reemplazado por la IA, sino que la IA haga lo que no quieres hacer y tu jefe aún te considere prescindible.
  • Lamentablemente, la mayoría de los emprendedores investigan a los trabajadores y no a los jefes.
  • Cuanto más avanzada es la tecnología de IA, más fácil es ocultar esas verdades de gestión fría que nadie quiere mencionar.
  • Los empleados sueñan con la colaboración, mientras que los jefes apuestan por sustituir: la IA aún no ha evolucionado por completo, y la confianza ya se ha quebrado.

¿Qué tipo de IA desean los trabajadores?

Una investigación de la Universidad de Stanford revela el abismo entre las expectativas de los empleados y las capacidades de la IA, identificando las áreas clave en las que vale la pena invertir en desarrollo.

La inteligencia artificial está transformando drásticamente el mercado laboral. Hoy en día, los empleados dependen cada vez más de la IA en su trabajo diario, y las tecnologías de automatización están remodelando toda la economía, con empresas como Amazon y Microsoft anunciando despidos debido a la implementación de IA.

Sin embargo, más allá de la narrativa predominante en informes de ganancias y noticias, hay varias preguntas clave sin respuesta: ¿qué es lo que realmente quieren los empleados de la IA? ¿Las capacidades tecnológicas actuales se alinean con esas expectativas?

Para contestar a estas preguntas, investigadores del “Instituto de IA Centrada en el Ser Humano” (HAI) y del “Laboratorio de Economía Digital” de la Universidad de Stanford realizaron un estudio exhaustivo con empleados estadounidenses y expertos en IA. Encuestaron a 1500 empleados para aclarar en qué situaciones laborales la IA puede ser beneficiosa y dónde podría causar daños; al mismo tiempo, entrevistaron a 52 expertos en IA para entender en profundidad las capacidades actuales de la tecnología. Posteriormente, contrapusieron las expectativas de los empleados con las capacidades de la IA para identificar las verdaderas oportunidades y tareas que merecen ser automatizadas.

Las conclusiones de este estudio preliminar son claras: los empleados prefieren usar la IA para encargarse de tareas repetitivas, pero quieren mantener el control y la supervisión sobre estas herramientas de IA. Sin embargo, preocupa que las expectativas de los empleados y las capacidades reales de la IA presenten un gran desajuste.

Los resultados de la investigación también indican que el tipo de trabajos que ofrecen salarios más altos está cambiando: los salarios de los trabajos tradicionales de análisis de información pueden disminuir, mientras que el valor de las habilidades interpersonales y la inteligencia emocional se hará cada vez más evidente.

“A medida que la fuerza laboral evoluciona, entender y cerrar la brecha entre las expectativas de los empleados y la realidad de las capacidades de la IA es crucial para aquellas organizaciones que se esfuerzan por integrar exitosamente esta tecnología”, afirma Diyi Yang, coautora del estudio y profesora asistente de informática en Stanford, miembro del HAI. “Este informe proporciona un marco oportuno y estructurado para evaluar el estado actual del desarrollo de la IA”.

¿Qué desean los empleados?

Los investigadores encuestaron a 1500 empleados de 104 profesiones diferentes para comprender en qué áreas esperan la automatización y en cuáles la rechazan.

La confianza es la preocupación principal de los empleados: el 45 % de los encuestados duda de la precisión y fiabilidad de los sistemas de IA, el 23 % teme perder su empleo, y el 16 % está preocupado por la falta de supervisión humana. Muchos encuestados temen especialmente que la IA invada trabajos creativos o que se use para gestionar la comunicación con proveedores y clientes.

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Por el contrario, están muy interesados en aquellas herramientas que les permitan liberar tiempo para dedicarlo a trabajos de mayor valor (69.4 %), reducir la repetitividad de las tareas (46.6 %) y mejorar la calidad del trabajo (46.6 %). Específicamente, las tareas cuya automatización ven con buenos ojos incluyen la programación de reuniones con clientes, el mantenimiento de registros de información y la corrección de errores en documentos.

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El estudio también indaga sobre qué nivel de participación desean que tenga la IA. La mayoría de los encuestados prefiere un modelo de colaboración, donde el 45.2 % desea establecer una relación de igualdad con la IA, y el 35.6 % espera que los humanos supervisen en momentos clave. Los investigadores señalan que esto deja claro el rechazo de los empleados a los sistemas completamente automatizados.

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En general, los empleados prefieren establecer una relación equilibrada de colaboración con la IA.

“Estos hallazgos sugieren que la IA es más adecuada para desempeñar un papel auxiliar en el lugar de trabajo, liberando a los empleados de tareas de bajo valor o tediosas, en lugar de reemplazarlos”, dice Erik Brynjolfsson, autor del estudio y director del Laboratorio de Economía Digital en Stanford.

Revelando la brecha

Posteriormente, el equipo de investigación, apoyándose en la experiencia de los expertos en IA, clasificó las tareas laborales en cuatro áreas:

  • Área de luz verde: tareas con alta disposición a la automatización y con fuertes capacidades de la IA.
  • Área de luz roja: tareas con baja disposición de los empleados, pero con fuertes capacidades de la IA.
  • Área de oportunidades de desarrollo: tareas con alta disposición de los empleados, pero con capacidades de IA todavía insuficientes.
  • Área de baja prioridad: tareas con baja disposición de empleados y baja capacidad de IA.

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Al mapear la aplicación real de la IA en las empresas a estas cuatro áreas, el equipo encontró un desajuste significativo: el 41 % de las tareas se encontraban en las áreas de “baja prioridad” y “luz roja”, lo que significa que muchas aplicaciones de IA son indeseadas por los empleados o difíciles de implementar desde el punto de vista técnico. Esto incluye la creación de contenido creativo o la preparación de agendas de reuniones. Otras tareas caen en el área de “oportunidades de desarrollo” —los empleados tienen necesidades, pero la tecnología aún no está madura. Estas tareas incluyen el monitoreo de presupuestos y la creación de planes de producción.

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Al dividir las expectativas de los empleados y las capacidades evaluadas por expertos en IA en cuatro áreas de tareas, encontramos un desajuste entre lo que desean los empleados y la viabilidad técnica.

“Este mapa resalta una necesidad urgente: debemos aumentar la inversión en investigación sobre tareas en el área de ‘oportunidades de desarrollo’”, enfatiza Brynjolfsson. “Solo así podremos alinear mejor la futura tecnología de IA con aquellas oportunidades de alto impacto que aún no están completamente desarrolladas”.

Transformación en el valor de las habilidades

Los investigadores señalaron que a medida que la IA y la automatización redefinen el trabajo, la importancia de las habilidades de los empleados también puede evolucionar. Para explorar esta transformación, analizaron datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU. y compararon el valor de varias habilidades con aquellas que son más difíciles de reemplazar por IA.

Aquí, encontraron algunas tendencias interesantes. El análisis indica que las habilidades de alta remuneración actuales —como el análisis de datos y la supervisión de procesos— pueden ver disminuir su valor. En cambio, habilidades relacionadas con la priorización de trabajo, la planificación organizacional, la capacitación y la instrucción, así como la comunicación eficaz, verán aumentar su importancia.

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Al comparar los rankings de salarios promedio de diferentes habilidades y el grado de liderazgo humano requerido, encontramos que el valor de las habilidades humanas centrales está cambiando, pasando de habilidades de procesamiento de información a habilidades interpersonales.

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“Prevemos que la demanda de habilidades relacionadas con el análisis de datos disminuirá, ya que la IA ha demostrado una gran capacidad en estas áreas; mientras que el valor de las habilidades que requieren interacción y coordinación humanas aumentará”, dice Diyi Yang. “Estos hallazgos brindan una visión temprana de cómo la integración de la IA transformará las competencias centrales de la fuerza laboral”.

¿Por qué son vitales las preferencias de los empleados?

“A medida que las capacidades de los sistemas de IA se vuelven cada vez más potentes, las decisiones empresariales sobre la implementación de estos sistemas a menudo se basan en la viabilidad técnica. Sin embargo, los empleados son quienes más se ven afectados por estos cambios y son el grupo del que la economía finalmente depende”, explica Yijia Shao, doctorando en ciencias de la computación de Stanford y líder del proyecto. Incluir la perspectiva de los empleados es crucial no solo para garantizar la aplicación ética de la tecnología, sino también para construir sistemas que sean dignos de confianza, aceptados y realmente efectivos en la práctica. Esto también ayuda a revelar oportunidades pasadas por alto y guiar más innovaciones “centradas en el ser humano”, retroalimentando el propio desarrollo de la tecnología.

Aunque este estudio es la primera evaluación a gran escala de las preferencias de los empleados y las capacidades tecnológicas, los investigadores también reconocen que este trabajo debe actualizarse continuamente para mantenerse al día con el rápido desarrollo de la IA. Para las empresas que desean aplicar la IA con éxito y para los empleados que esperan colaborar eficientemente con esta tecnología, mantenerse al día será la clave del éxito.

Referencias